Dialogar con Jorge Galleguillos, uno de los “33 mineros de Atacama”, es enfrentarse en forma directa a las consecuencias de la tragedia que mantuvo en vilo al mundo hace un año tras el derrumbe del yacimiento San José, en el norte del país.
De barba blanca y frondosa, Galleguillos aún enfrenta con nerviosismo los sombríos recuerdos de estar 69 días atrapado a 700 metros de profundidad, en una oscura, húmeda y calurosa galería de una mina que comenzó a operar hace 100 años.
“Aquí estamos, tratando de sobrevivir”, asevera Galleguillos a Notimex, frase que paradojalmente tenía un gran sentido hace más de un año, en las entrañas de San José, y hoy, ya en el exterior, sigue teniendo una gran validez.
De 57 años, aunque con su barba blanca aparenta algunos más, este perforista fue el undécimo minero rescatado el 13 de octubre de 2010 desde la mina en la cápsula Fénix, un ingenio chileno que se desplazó por un estrecho sondaje para hacer renacer a los atrapados.
Revela que nunca ha dejado de emocionarse al hablar de su experiencia y que cada vez que tiene que pronunciar un discurso en nombre de los “33 de Atacama” es inevitable derramar algunas lágrimas.
“Es que soy así, nunca he dejado de emocionarme al recordar lo que vivimos allá. Hoy estamos tratando de sobrevivir, de hacer nuevos caminos mediante charlas motivacionales que damos a empresas con algunos compañeros”, apuntó Galleguillos.
Al igual que como reconoce ser aún víctima de la emoción y de sus lágrimas, también asegura que “algún día voy a superar esta parte, me costará mucho, pero algún día lo haré... son cosas de la vida, algunos son más fuertes, otro no tanto”.
Junto a sus compañeros de encierro Luis Urzúa, Samuel Avalos, Omar Reygadas y Claudio Yáñez asumieron hace unos meses el desafío que les planteó el experto en charlas motivacionales Ricardo Muñoz, conocido como “el profe” por los mineros.
“Estamos trabajando con ‘el profe” en las charlas, pero hay algo que aún no logro superar totalmente y es ver los videos del accidente, me recuerdan mucho a la mina, es algo que no supero porque me traen a la memoria muchos recuerdos de lo que vivimos allá abajo”, dijo.
Galleguillos aseveró que cada día trata de olvidar la tragedia, de superar lo vivido y dejar todo en el pasado, pero los recuerdos de esos 69 días bajo tierra, 17 de los cuales estuvieron incomunicados con el exterior, son más fuertes.
Sus 30 años en la minería no contribuyen a dejar atrás el accidente. Por el contrario, una vida dedicada a la minería “no se puede borrar de un segundo a otro”, asegura este trabajador, quien de seguro seguirá derramando lágrimas en cada charla motivacional.
Los 32 mineros chilenos y uno boliviano quedaron encerrados en la mina San José el 5 de agosto de 2010 tras un derrumbe y sólo el 13 de octubre de ese año lograron ser rescatados con vida, en una gesta que dio la vuelta al mundo.