Una vez más subo al Metro rumbo al trabajo. Diez son las personas que visten traje gris. Chilenos obviamente. Veinte estaciones deben pasar para llegar a la maldita oficina. Treinta solicitudes deberé procesar para cumplir con la meta diaria. Cuarenta serán mis minutos para almorzar porque debo pagar cuentas. Cincuenta mil pesos ya se fueron rápido de mis manos. Sesenta minutos... debo volver a mi trabajo, pero antes compro setenta velas para cumplir con mi manda a San Expedito. Ochenta copias de su oración dejo en la iglesia... mejor noventa, más personas sabrán de sus milagros. ¿Y si dejo cien?
4 de noviembre de 2007
Este fue el el segundo cuento... "De 10 en 10"
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