24 de agosto de 2005

23 de agosto de 2005

No entiendo...

No entiendo… sencillamente no entiendo… el ministro del Interior, Francisco Vidal, dice con todas sus letras que le pidieron disculpas a Sebastián Piñera por el rollo de las indagaciones de Investigaciones a sus terrenos del sur y al día siguiente el presidente Ricardo Lagos dice que el gobierno no le pide disculpas a nadie.

No entiendo… mis amigos que comulgan con el gobierno me dijeron que todo está sujeto a “interpretaciones”, mientras que “los otros” me insistieron en las “incoherencias” del Ejecutivo.

Escucho a ambos grupos, pienso y luego tomo una posición… pero sigo sin entender.

No entiendo que vivamos en una sociedad tan confusa, tan poco transparente, tan poco sincera, donde parece que la frase “reconocer los errores” no existe en el léxico normal de los ciudadanos, incluidas, por supuesto las autoridades.

No entiendo… qué les podría decir más que eso…

Conversaré con “altas fuentes” para ver si entiendo algo más, aunque las palabras de Vidal y Lagos me quedan claras y están reproducidas en todos los medios. El problema es que me resta entender… casi nada ¿o no?.

2 de agosto de 2005

Carta de un amigo...

El año pasado les comenté que un muy buen amigo mio, gustavo becerra, era el agregado cultural de chile en centroamérica y que se salvó de morir porque salió a comprar un papel a una librería mientras el guardia de la embajada asesinaba a algunos funcionarios diplomáticos.

gustavo, ya de regreso en chile, me mandó un mensaje en recuerdo de sus compañeros que quiero compartir con todos ustedes. este es el texto...


Roberto, Cristián y Rocío

Gustavo Adolfo Becerra, Ex- Agregado Cultural de Chile para Centroamérica

Todo tiene movimiento. Nada es inalterable.

Escribimos sobre cuerpos vivos, como sobre Grandes Océanos

y los trenes inician su viaje sin hora de retorno.

Escribimos sobre la flora y fauna de recuerdos

que parecen borrarse con las olas pero que vuelven a escribirse.

Así lo harán eternamente. La muerte no tiene señorío.

Si piensas en montañas y piedras, en días que recién comienzan,

piensa en Roberto amontonando leña y fuego.

“La idea es construir una sociedad que nos abrigue”.

Si piensas en nubes y ríos, en escenas de atardeceres

piensa en Cristián recogiendo su abrigo y yéndose.

“El tiempo se fuga porque sí de los relojes”.

Piensa en cielo y pájaros, si piensas en Rocío.

En otros cielos y en otros pájaros, en cielos que quizás

nunca veremos, en pájaros / que nunca han existido.

“Escribimos con Otros Lenguajes estos anuncios”.

Las embajadas no son más que la Puerta de Entrada a otros mundos.

Perdidamente solo en el sur, reconozco el proceso

por el cual maduran las manzanas (y me asombro), ladran

nieve los perros y se enfrían en los manteles las cerezas.

A veces, amigos del alma, la escritura es abstracción legítima:

el viento sobre la superficie del pañuelo,

el pétalo sobre el espejo del agua. Y el golpe de unas manos

en la puerta que tiembla, pero que no se abre. Así permanece:

el golpe, el chasquido y la ausencia de veras.

A veces la escritura es la manuscrita forma de reparación

que tiene la Memoria. Escribimos como vivimos: dejando huellas.

La muerte no tiene señorío. Cristián, créeme,

se Inicia la Función donde ya no eres Actor invitado.

Roberto, las montañas están al alcance de la mano.

Por eso, un día las soñaste. Rocío, otros cielos y otros pájaros.

Cielos nunca visto, pájaros jamás soñados.

Algo, quizás azul, que comienza.

Algo, quizás azul.

fin